LECHE DE VACA ¿Sí o no?

Cada animal mamífero toma exclusivamente la leche de sus madres hasta el momento del destete, que varía según el animal.

Los gatos dejan de ser únicamente lactantes entre las 3 y las 4 semanas de vida y van introduciendo otro tipo de alimentos poco a poco hasta que dejan por completo la leche de la madre. En este momento ya están preparados para la vida adulta y para poder digerir la misma comida que sus progenitores.

Para llegar hasta aquí, han pasado por una serie de cambios a nivel enzimático.

Cuando el gatito bebé nace, su cuerpo está preparado específicamente para digerir únicamente la leche de su madre o de otra gata y no la de cualquier otra hembra de otra especie.

Esto se debe a que el organismo del gatito posee unas enzimas digestivas llamadas lactasa, que son las encargadas de digerir la lactosa que se encuentra en la leche materna. A medida que el gatito va dejando de mamar, el número de enzimas lactasa va disminuyendo y llega un momento en el que ya no tiene esas enzimas o tiene, pero muy pocas, con lo que la buena digestión de la leche se hace muy difícil o imposible.

En cuanto se ha producido el destete y el gato ya come por sí solo, si volvemos a introducir leche, lo más probable es que su organismo reconozca a la lactasa como algo extraño y se produzca una reacción de tipo alérgica o una intolerancia.

Generalmente se producen más intolerancias que alergias, pero está bien saber diferenciarlas y acudir siempre a nuestro veterinario de confianza para que nos dé un tratamiento si fuera necesario.

La intolerancia por regla general provoca vómitos, diarreas, gases, hinchazón abdominal…mientras que la alergia, además de todo lo anterior, puede provocar urticaria, tos y dificultades respiratorias.

Es especialmente importante tener en cuenta que en gatos jóvenes, la ingesta de leche puede provocar diarreas agudas y eso conlleva una rápida deshidratación, lo que podría tener resultados fatales para nuestro gatito.

Es cierto que hay gatos que nunca han dejado de tomar leche, porque cuando dejaron de mamar se les siguió dando leche y por ese motivo continúan teniendo enzimas lactasa en su aparato digestivo, pero esto no sería lo propio en un gato con un desarrollo natural, ya que un gato adulto no necesita en absoluto la leche, y menos aún la leche de vaca, que es muy grasa y muy pobre en proteínas.

En general, los gatos se mueren por los lácteos y muchos les hemos acostumbrado a que la leche es buena y no pasa nada por dársela, pero la realidad es que no sólo no es buena si no que puede hacerles mucho daño y es totalmente innecesaria en un gato con una buena alimentación.

Si aún así queréis premiarles de vez en cuando con un producto lácteo, podéis darles con un poquito de leche sin lactosa, leche desnatada, o algún derivado lácteo como una cucharadita de yogur natural sin azúcar ni sabor o un trocito de queso bajo en sal.

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