Cuando convivimos con un gato queremos darles lo mejor y cuidarles al máximo. Nos encanta ver su pelo limpio y reluciente, de hecho, un pelaje brillante y limpio es síntoma de buena salud.
Para mantener su manto limpio y eliminar el pelo muerto, es conveniente cepillarles una vez por semana si se trata de gatos de pelo corto y es imperativo cepillarles todos los días si se trata de gatos de pelo largo. En el caso de los gatos de pelo largo, no ayudarles con el aseo capilar, facilita la aparición de nudos que irán haciéndose cada vez más grandes hasta formar una especie de carcasa que además de ser incómodo para el animal, le puede ocasionar graves problemas en la piel e infecciones.
Para los gatos, su higiene personal es muy importante y dedican gran parte del día al acicalamiento. Su lengua, conocida por ser muy áspera, tiene una especie de ganchitos llamadas papilas que están diseñadas para eliminar la suciedad de su manto y eliminar el pelo muerto. Estas papilas, tienen en su interior una cavidad en forma de U que recoge la saliva que se forma en la boca y la devuelve a la lengua a través de las propias papilas, con lo que con cada lametón, el pelo recibe saliva capaz de disolver aceites y eliminar la suciedad.
Es importante asegurarse de que nuestro gato no pierde el hábito del acicalamiento, pues si esto pasa, debemos acudir a nuestro veterinario porque es un síntoma de que algo no va bien en nuestro compañero.
En situaciones normales, un gato no necesitaría baños frecuentes, sin embargo se dan casos en los que los baños son muy beneficiosos para nuestro pequeño felino.
Si recoges a un gatito de la calle, o a un gato sacado del motor de un coche, o con pulgas, deberás darle un baño para eliminar rápidamente esa suciedad, ya que él no lo podrá hacer con tanta eficacia. Cuando lo bañes, es muy importante que lo hagas con delicadeza. Pon una alfombrilla antideslizante para que no resbale, eso le dará seguridad. Asegúrate que el agua está tibia, unos 30 grados. Utiliza productos específicos que respeten el pelo y la piel del gato. Y cuando lo hayas bañado, asegúrate de secarle por completo. Esto es fundamental en gatos bebés o que acabamos de recoger de la calle, ya que el no secarles bien puede provocarles catarritos.
Hay otros gatos que también necesitan baños frecuentes, como es el caso de los gatos Sphynx, ya que producen una gran cantidad de grasa que no son capaces de eliminar por completo por ellos mismos.
Los gatitos ancianos o que no puedan asearse bien solitos, también van a agradecer un buen baño por nuestra parte, ya que muchos gatos mayores dejan de acicalarse por los dolores producidos por la artritis.
Y por supuesto, existen los baños terapéuticos, super útiles y muy beneficiosos en casos de descamaciones, dermatitis y otro tipo de afecciones en la piel.
En definitiva, si quieres bañar a tu gato primero asegúrate que lo necesita y si es mejor que lo bañes tu mismo o un profesional- Si te decides a bañarlo tú, se muy paciente con él, porque en eso momento quizás no se dé cuenta de que siempre vas a buscar lo mejor para él.
